LEO, LEO... ¿QUÉ LEES? UNA COSITA... ¿Y QUÉ COSITA ES? EMPIEZA POR LA "L"... ¡ES UN LIBRO, ES UN LIBRO, ES UN LIBRO!


DUDA EXISTENCIAL O CURIOSIDAD PREVIA (YA SABES, PARA ANTES DE EMPEZAR...): ¿Has sido capaz de leer el título de esta entrada sin darle el tono, la melodía de la famosa canción infantil, es decir, sin cantarla mentalmente?

No he empezado y ya estoy pidiendo, pero, por favor, me haría mucha ilusión que me lo comunicaras a través de un comentario...
Y ahora sí que sí, EMPEZAMOS...


    ¡BUENAS, PERSONA PRODIGIOSA! DÉJAME DARTE LA BIENVENIDA A UNA NUEVA ENTRADA ELABORADA AL COMPLETO POR MÍ MISMA Y CUYO CONTENIDO TE RETO A QUE, DESPUÉS DE LEER O CANTAR EL TÍTULO, ADIVINES CUÁL SERÁ CON LA AYUDA TAMBIÉN DE LA SIGUIENTE IMAGEN 😉:



    Tanto tiempo esperando este momento y por fin ha llegado uno de los días más especiales del año (y no; en esta ocasión, no me refiero al día de mi cumpleaños)...


    Después de darle muchísimas vueltas a la cabeza (más adelante, espero que puedas comprender el porqué de esta última declaración), al fin me atrevo a ponerme frente al ordenador portátil y comenzar a teclear estas mismas palabras que conforman la entrada de hoy...

Pero, ¿qué es exactamente lo que sucede hoy? Pues bien, hoy, 23 de abril, se celebra un día más que relevante en el calendario de cualquier persona que se describa a sí misma como una amante de la literatura y, por tanto, de la lectura; hoy es nada más ni nada menos que el Día Internacional del Libro, aunque con la peculiaridad de que este año será el más extraño de los últimos tiempos o, al menos, de los que yo recuerde.


    Si, por una casualidad, te sucede lo mismo que a mí y eres una de esas personas románticas a las que todavía le gusta leer libros en su formato más clásico, es decir, en físico, y considera que no hay mejor manera de conmemorar un día como el de hoy que con una visita, como mínimo, a la librería para olisquear todos esos libros (¿me puede encantar más el olor de las páginas de un libro? Yo digo NO; todos y todas decimos NO) y hacerte con alguno de ellos, es bastante probable que la felicidad por el día de hoy tenga que lidiar con una pequeña/ gran dosis de melancolía.


Ay, libros…

    Siempre han estado ahí, acompañándonos en cada etapa de nuestra vida, haciéndonosla un poco más agradable gracias a esos ratitos en que cogemos uno de ellos y perdemos la noción del tiempo entre sus páginas.


    Cabe la posibilidad de que, al igual que yo, pienses que todavía no has leído tanto como deberías, pero, en ese caso, déjame confesarte algo: tú y yo estamos equivocados.

¿Quién no tiene algún libro en su casa?

¿No te has dado cuenta de que, ahora, en la televisión, cada vez que conectan con una persona desde su casa, esa persona suele poner la cámara de su ordenador justo delante de la estantería en la que guarda todos sus libros?

    Es increíble y, no te voy a engañar, me encanta que los rostros más conocidos en la actualidad escojan ese lugar de la casa para mostrar al mundo.


   Recuerdo que, en mi primer curso en el Grado en Español: Lengua y Literaturas, más concretamente en una de las clases que tuve con el profesor Enrique Rubio Cremades, este pronunció una frase que me marcó enormemente y que, desde entonces, he tratado de cumplir a rajatabla: «Siempre que tengáis la oportunidad, no dudéis en comprar un libro; de esa forma, iréis generando poco a poco vuestra biblioteca personal».


    Quizás sea este amor que me transmitió el mencionado profesor hacia los libros en su formato físico o quizás sea el que los últimos cinco años de mi vida los he pasado más rodeada de libros que nunca, pero, cuando alguien me habla sobre leer, yo, de manera absolutamente inconsciente, pienso enseguida en libros.

Por este mismo motivo, cuando en una de nuestras primeras clases del Máster cuya denominación necesita dos líneas como mínimo de nuestro folio (ya sabes el que te digo, el Máster en Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanza de Idiomas) uno de nuestros profesores nos preguntó si considerábamos que los y las jóvenes leían mucho, mi respuesta más inmediata fue un movimiento de mi cabeza que indicaba una rotunda negación, un movimiento tal que así:


    Y es que, hacía solo unos meses, mientras confeccionaba mi Trabajo Fin de Máster en Estudios Literarios, llegué a encontrarme con ciertos titulares que fueron tan sorprendentes como tristes para mí, titulares como los siguientes: «El 40,3% de los españoles no lee nunca o casi nunca» (Bruno Pardo para ABC, 2018) o «El 55% de los adolescentes españoles no leen libros nunca» (Beatriz Martínez para El Periódico, 2019).

Ante tal situación...

¿Qué otra contestación podría haber dado yo en ese preciso instante a una pregunta como aquella?

¿Cómo no iba a decir lamentablemente que cada vez los niños y las niñas de ahora sienten menos interés hacia los libros?


    Ahora me doy cuenta de que, en aquel momento, obvié un «pequeño» detalle «de nada» que hacía ver la pregunta de una forma completamente distinta.

Un minuto más tarde, el profesor nos pidió que pensáramos un poco más detenidamente en la cuestión que nos había formulado y así fue como llegamos a la conclusión de que él en ningún momento nos había preguntado si creíamos que las nuevas generaciones leían libros, sino si simplemente leían… Sin más...


    Soy consciente de que debo parecer una exagerada, pero prometo que, gracias a esta reflexión que realizamos todos los compañeros y compañeras de clase juntos, abrí los ojos, vi la luz.


    Mi percepción acerca de la presencia de la lectura en nuestras vidas dio un giro de ciento ochenta grados: son incontables los minutos que dedicamos en nuestro día a día a leer sin apenas darnos cuenta.

En un mismo día, ¿quién no coge el móvil al menos unas veinte veces (por decir una cifra)?




    Con él, tenemos acceso a LA información: visitamos periódicos digitales para conocer cualquier última hora que se haya producido en el mundo; entramos en Twitter para descubrir cuáles son las tendencias del momento; estamos al tanto de cualquier foto y su respectivo comentario que nuestros conocidos hayan publicado en Instagram; nos comunicamos y, por consiguiente, nos leemos por WhatsApp continuamente; recibimos correos electrónicos que leemos e intentamos responder lo más rápido posible; tenemos el ordenador casi todo el día a nuestra vera para crear documentos en cualquiera de los formatos disponibles que repasamos una y mil veces antes de entregar a su correspondiente destinatario; y un largo etcétera.


    Pues bien, justamente es a este tipo de lectura que podemos llamar multimodal en el que he determinado centrar la entrada de hoy.

Como estudiante que soy desde prácticamente toda mi vida, he asistido en primera persona a esos avances tecnológicos que poco a poco han ido introduciéndose en el ámbito educativo.

He aquí un primer pequeño ejemplo que, si tú también eres estudiante, puede que te resulte bastante familiar: mis queridos y añorados libros de Conocimiento del Medio, Matemáticas, Valencià, Lengua y Literatura Castellana y demás asignaturas fueron convirtiéndose poco a poco en presentaciones con diapositivas que se proyectaban en la pizarra o pared de clase.


    Ahora que lo pienso me pregunto cuántas diapositivas habré leído durante los últimos años de mi vida…

Madre mía, definitivamente son algo así como mi salvación en mi formación académica: no solo me ayudan a conocer cuál es el contenido más destacado (el que debo asentar en mi cabeza sí o sí) de las distintas materias que curso y me sirven como apoyo para preparar los exámenes de esas mismas asignaturas, sino que también son mi más fiel compañía en una exposición oral. AMOR POR EL:


    Sí, soy consciente de que, como nos reiteran todos los profesores y profesoras, siempre se debe estar preparado o preparada para cualquier imprevisto fruto del directo, pero siempre intento hacer todo lo que está en mis manos para no tener que recurrir al plan B, al de exponer sin presentación.


    Siempre guardo mis presentaciones en todas las partes que puedo (en dos USB por si alguno no es reconocido correctamente por el ordenador, en todas mis direcciones de correo electrónico, etc.).

Y es que siento que dichas presentaciones, aparte de facilitar la compresión del asunto que esté tratando en la exposición, pueden hacer que mis compañeros y compañeras de clase (el público de todas mis exposiciones) dirijan su mirada hacia ellas y no hacia mí.

Sé que son tonterías, cosas de mi cabeza y que, en el fondo, el público también te mira, pero, de este modo, mis nervios disminuyen un poco. Para que me puedas entender un poco mejor, aquí te dejo una escena que he fragmentado de la película (no te lo vas a creer, pero la tengo que citar; así soy yo) de High School Musical, porque, sí, Gabriella Montez no me puede representar más aquí:


    Por esta razón, a continuación, te muestro un ejemplo de lo que es una presentación con diapositivas.

En un principio, pensé en seleccionar una de las múltiples presentaciones que profesores y profesoras de todo el país ponen a nuestra disposición en sus respectivas páginas web. Muchas de ellas son una auténtica pasada, el reflejo de horas de esfuerzo y dedicación para ser el salvavidas de muchos alumnos y alumnas e incluso de muchos profesores y profesoras que consideran que son idóneos y los utilizan en sus clases.


    No obstante, tras haberlo pensado mucho, he llegado a la conclusión de que, ya que esta entrada del blog es personal, es mía, ¿por qué no puedo utilizar algo que también sea personal, mío?

Por ende, he determinado compartir contigo que me estás leyendo una de esas presentaciones que he podido elaborar y emplear en una exposición oral; ya sabes, una de esas presentaciones que me ha salvado la vida en mi formación académica y a la que guardo un enorme cariño.

Evidentemente, no tiene en absoluto ni la mitad de la mitad de la mitad de calidad que cualquiera de las mencionadas presentaciones llevadas a cabo por verdaderos y verdaderas profesionales, pero, como comentaba, por el simple hecho de todas las horas que pasé, primero pensando cómo la haría y segundo haciéndola, para poder enseñarla en clase, hace que cada vez que la recuerdo y la abro en mi ordenador para calmar mi nostalgia se me dibuje una sonrisa de oreja a oreja en mi cara.


    La presentación de la que hablo la elaboré, como tiende a ser una costumbre en mí, a través de PowerPoint durante el curso anterior para una de mis asignaturas preferidas del Máster en Estudios Literarios.

Como no podía ser de otra manera (cualquiera que me conoce sabe que siento predilección por este género literario), esa asignatura fue la denominada Teatro y Cine en España: Su Inserción en la Práctica Docente, la primera asignatura que he tenido en toda mi vida en la que se combinaba mi pasión de analizar una obra teatral y comentar su respectiva adaptación cinematográfica con la posibilidad de trasladar la misma al aula.

¿Cómo impartiríamos, si fuésemos profesores, una obra de teatro contemporánea y su película al alumnado de la ESO y el bachillerato?


¡Qué gran pregunta!

Pero, al mismo tiempo, ¡qué difícil de darle respuesta, por favor!

    Se supone que, desde que soy una niña y solamente jugaba a ello, sueño con poder llegar a ser profesora el día de mañana y, cuando por fin me daban la oportunidad de imaginarme cómo sería una clase de teatro en la realidad…

Nada...

Demasiadas lagunas en mi cabeza...


    Muchas semanas de por medio dándole vueltas al mismo trabajo y el resultado no fue otro que el que te dejo más abajo.

Lo único de lo que estoy segura es que intenté hacerlo de la mejor manera que pude en aquel entonces.

Además, la obra que escogí para el trabajo se encuentra bastante relacionada, o al menos yo hice lo que pude para poder relacionarla, con la serie emitida en Telecinco y llamada Yo soy Bea, serie que, a su vez, guarda una estrecha vinculación con el cuento clásico de Hans Christian Andersen, El patito feo.


    Como lo lees, MUY FUERTE.

¿Casualidad?

No lo creo.

    Esto pasó justo hace un año y ahora me encuentro trabajando con mis compañeras, las blogueras prodigiosas, el cuento… Si es que por alguna razón, cuando el profesor José Rovira Collado nos informó de que haríamos el trabajo final de la asignatura sobre dicho cuento, me alegré tanto y aseguré que era el que quería que nos tocara…


    Vuelvo con lo que estaba: el día en el que llevé a cabo mi exposición con esta presentación escuché a mis restantes compañeros y compañeras de clase hacer las suyas.

Uno de ellos me dejó con la boca abierta de lo mejor que bien que lo había hecho. Su presentación fue increíble y, al igual que ya había hecho él con anterioridad, me hizo darme cuenta de lo necesario que era para mí que cursara este año el Máster en Profesorado.


No sé…

Es una sensación extraña…

    Con todas las clases que llevo ya en este Máster, leo ahora mi presentación y, buf, cambiaría tantas cosas… Sin embargo, aunque sea totalmente contradictorio, la dejaré siempre así, puesto que, a la misma vez, me parece súper bonito poder tenerla a modo de recuerdo del pasado.

Justo un año y una semana más tarde desde que me enfrenté a dicha exposición oral, puedo afirmar que este PowerPoint supuso mi primer acercamiento «serio», «real» al ámbito de la enseñanza; el principio de todo, mi primera vez en el paso de alumna a aspirante a profesora y, por eso mismo, mi sonrisa de oreja a oreja al ver la referida presentación permanece.


Y, sin más rodeos, te dejo aquí el ya «famoso» PowerPoint para que puedas disfrutarlo (contiene algún que otro vídeo).


    ¡ADVERTENCIA!


    Como podrás observar, me quise meter tanto en el papel que me inventé incluso una historia. En ella, me interpretaba a mí misma, pero con diez años más, lo que significaba que, como en los mejores sueños, ya ejercía como profesora en el IES La Creueta, en Onil.

Por lo tanto, en mi exposición, hablé todo el tiempo como si fuera una profesora que había sido invitada a la Universidad de Alicante para dar una conferencia, con cartel y todo (lo puedes ver en la segunda diapositiva) sobre la posibilidad de dedicarle tiempo al teatro y al cine en el aula de secundaria y bachillerato y, para ello, mostraba como ejemplo las tres sesiones que yo misma había impartido con el alumnado de primero de bachillerato.


    Gracias a esta exposición, mis compañeros y compañeras de clase pudieron también conocer un poco más la obra que seleccioné, al igual que me ocurrió a mí al escuchar sus exposiciones de las distintas obras que escogieron para la ocasión.

Los unos a los otros conseguimos descubrirnos nuevas lecturas, así como distintos enfoques desde los que poder trabajarlas.

Desconozco por completo si habrás tenido la oportunidad de llevar a cabo alguna vez la lectura de La señorita de Trevélez de Carlos Arniches, pero, si, a partir de hoy, escuchas hablar de esta obra y recuerdas ligeramente mi entrada y mi presentación, sería más que increíble para mí.



    Otro de los principales vehículos que tendemos a utilizar en los últimos años para aproximarnos y conocer un poco más acerca de una obra literaria concreta es YouTube. Ya estaba tardando en aparecer la que, en mi opinión, es la reina de las herramientas tecnológicas en la actualidad.



    Estoy convencida de que hay muchísimas personas que consumen cien veces más vídeos de YouTube que la televisión o cualquier otra plataforma digital.



    Y es que, en esta página web, podemos encontrar vídeos que versan sobre temáticas de todo tipo y, aunque quizás no sean los más mencionados y destacados en otros medios (en general, se suele hablar en mayor medida de gamers, influencers de moda, etc.), por gran suerte, también existen youtubers que destinan sus vídeos a hablar única y exclusivamente de libros, lo que no me puede parecer más maravilloso.

Por ello, he aquí mis APLAUSOS, de verdad.



    De esta manera, con una sencilla búsqueda, tendremos la posibilidad de sumergirnos en un mar de vídeos que son conocidos con el nombre de booktrailers.

En ellos, como si de una película que fuera a estrenarse muy próximamente en los mejores cines del mundo se tratara, los y las youtubers graban y editan un breve tráiler sobre un determinado libro. Gracias a esta clase de vídeos, tenemos la ventaja de conocer un poco cuál será su argumento y, por tanto, si el mismo será lo suficientemente atractivo para nuestro gusto como para que lo compremos y lo leamos.



    Sé que unas líneas más arriba he manifestado que mi intención era que los materiales que incluyera en esta entrada fueran de mi propia cosecha, es decir, estuvieran elaborados por mí misma...

No obstante, entiéndeme, por favor.



    No dispongo de los medios necesarios como para ponerme a crear un vídeo de estas características, por lo que aquí doy una de cal y otra de arena.

Tras haber buscado y visto de nuevo algunos de mis booktrailers favoritos y con la intención de no tratar de poner alguno que ya haya sido comentado por mis compañeros y compañeras de clase, he optado por compartir uno de los últimos y únicos que ha logrado conseguir en mí su mayor reto: querer comprarlo y leérmelo.



  Sí, amigo o amiga, cuando hace aproximadamente un año me apareció este vídeo como recomendado, cometí el pequeño «error» de clicar sobre él y reproducirlo. Jamás me habría imaginado lo que ese vídeo despertaría en mí.

No tengo palabras para describir cómo en un solo minuto, en solo sesenta segundos el canal de Megustaleer consiguió captar todo mi interés y mi curiosidad por adentrarme en la historia de Marfil, una joven de veinte años que vive en Nueva York y es secuestrada.

Es por ello por lo que, a partir de ese momento, siempre tendrá la compañía de su guardaespaldas al que, con el paso del tiempo, Marfil comenzará a ver con otros ojos...



    Únicamente con esta información ya pude intuir que la obra se encontraría rodeada de misterio y amor, dos de los ingredientes fundamentales para atraparme. Es mi estilo por completo, ME FASCINA.



    En efecto, la obra de la que me hallo escribiendo es nada más ni nada menos que la que lleva por título el nombre de la protagonista, Marfil (Enfrentados 1) de Mercedes Ron, la autora y comunicadora audiovisual argentina de tan solo veintiséis años que pudo darse a conocer especialmente gracias a la plataforma de lectores y escritores llamada Wattpad, donde ha alcanzado la extraordinaria cifra de más de doscientos cincuenta mil seguidores y seguidoras de todo el mundo.



    La primera de sus sagas, Culpables, consiguió atraer a millones de lectores y lectoras que se quedaron absolutamente fascinados con su estilo narrativo.

Desde ese momento, la joven autora no ha podido detener su actividad literaria, por lo que el pasado año nos regaló Marfil, novela que, tal y como se nos hace ver con el subtítulo que aparece entre paréntesis, no es otra que la primera parte de una nueva saga, de una nueva historia que devorar y en la que evadirse, disfrutar y dejar correr las horas del reloj.



    Seguidamente, te dejo el vídeo de Megustaleer por si te apetece echarle un vistazo, aunque, por favor, ten mucho cuidado. Recuerda que te puede pasar lo mismo que a mí y que, a partir de su visualización, no puedas resistir las ganas de adentrarte en esta increíble saga, porque…


¿Qué es lo mejor de todo?

   Pues que la segunda entrega de la misma, Ébano (Enfrentados 2), ya se encuentra a nuestra disposición también. Solo pido una cosa: verano, ven a mí; necesito leer este libro…


¿Podrás aguantar la tentación de no darle al play?


    «Amar nunca fue tan peligroso»…

Venga, por favor, parece que estuvieran pensando en mí al grabar el vídeo…


¿Cómo me iba a resistir yo a tan semejante sinopsis?

    Necesitaba más y así fue como no dudé ni un solo segundo en dedicar los días del verano anterior que fueran necesarios a leer Marfil.



    Y, bueno, me dispongo ahora a hablar de la segunda y última modalidad de vídeos que podemos hallar en YouTube y que también nos ofrece la posibilidad de conocer nuevos títulos de obras literarias (tanto clásicas como de la más pura actualidad) y, al mismo tiempo, obtener un mayor contenido informativo acerca de las mismas gracias a las reseñas que de ellas se llevan a cabo en cada uno de esos vídeos.



Las personas que se encargan de preparar este contenido, se graban a sí mismas como si de una exposición oral de clase se tratara y editan los referidos vídeos comenzaron a contar con cada vez más adeptos y adeptas a los mismos, fieles suscriptores y suscriptoras, apasionados y apasionadas por el mundo de la lectura, y felices por poder encontrar y conocer, aunque solo sea virtualmente, a otras personas con las que poder compartir su mayor afición.

Pese a lo complejo que puede llegar a resultar, rápidamente estos y estas youtubers que crearon sus respectivos canales por y para conversar sobre libros comenzaron a hacerse con un hueco muy especial dentro de esta página web.

Fue así como pasó a ser imprescindible crear para todos ellos y ellas una determinada denominación que los diferenciara de los y las múltiples youtubers restantes que existen; fue así como pasaron a ser mundialmente apodados como booktubers.



    Con el paso del tiempo, la oferta de booktubers a la que tenemos acceso es cada vez más amplia, por lo que tenemos a booktubers para todos los gustos, booktubers para todas las edades y, en definitiva, booktubers para todo el mundo, incluso para aquellas personas que consideren que eso de leer no es lo suyo y no sepan por qué libro exactamente empezar a enamorarse de la lectura.

El contenido que nos suelen presentar estos y estas youtubers se caracteriza primordialmente por centrarse en las obras literarias, pero, a partir de ahí, las posibilidades de disfrutar de vídeos absolutamente distintos son más que numerosas.



    Y es que, a través de sus vídeos, estas personas nos descubren, por ejemplo, cuáles son los mejores métodos para ordenar nuestras estanterías llenas de libros, cuáles son sus obras favoritas, cuáles se leyeron en cada una de las diferentes etapas de su vida, cuáles recomendarían según el perfil de lector o lectora seamos sus espectadores y espectadoras, cuáles se llevarían para un día en la playa y un larguísimo etcétera.

Igualmente, merecen una mención todos aquellos vídeos que van destinados por completo a hablar de una única obra.

A lo largo de unos diez minutos, que tiende a ser la duración media de esta clase de vídeos, el o la booktuber en cuestión escoge un libro para dárnoslo a conocer un poco más en profundidad o bien, conforme su popularidad y presencia en la plataforma de YouTube crece, colabora con una editorial en concreto que le pide que promocione equis libro.



    Como admiradora que soy de estos y estas booktubers, me gustaría expresar que el factor más relevante, el que logra que estos vídeos cosechen enormes cifras de visualizaciones, no es otro que el que dichos booktubers nos ofrezcan su opinión más sincera sobre el libro, independientemente de que estén o no trabajando con una editorial.

Si somos capaces de dedicar parte de nuestro tiempo libre a reproducir sus vídeos, es porque nos encanta su manera de expresarse, porque en cierto modo sentimos que podríamos congeniar con esa persona, porque pensamos que podría convertirse en nuestra mejor compañía de lecturas…

Por esta razón, no deja de parecerme fundamental su sinceridad, y el uso de un lenguaje más coloquial y cercano al público para transmitir cuál fue su sensación al finalizar la lectura de uno u otro libro. De este modo, si a nuestro o nuestra booktuber favorita le ha encantado una obra y nosotros creemos que el motivo por el que vemos sus vídeos es que tenemos un gusto semejante... 


¿Por qué no vamos a leernos nosotros también la obra?

¿Por qué no nos va a encantar?


Misión cumplida para el o la booktuber; allá que vamos: a comprar el libro.



    Si os soy completamente sincera, me parece increíble y admirable la labor de estas personas.

A lo mejor ellas no son conscientes del todo, pero tienen la extraordinaria capacidad de lograr lo que muchas otras personas (padres y madres, amigos y amigas, familiares varios y, sobre todo, profesores y profesoras) no pueden: hacer que los y las más jóvenes se sientan atraídas por el placer de la lectura.



    Por esta razón, pese a seguir a varios y varias booktubers que tienen miles de suscriptores (alguno de ellos incluso ya ha sido destacado en las entradas que han confeccionado mis compañeros y compañeras de clase), prefiero compartir contigo nada más ni nada menos (por cierto, me estoy dando cuenta de que estoy repitiendo muchísimo esta expresión a lo largo de la entrada 😔) que el primer vídeo, el estreno en el mundo de YouTube de una nueva (¿y especial?) booktuber que, a través de una obra, aprovecha para realizar un story time (que ahora, además, están «de moda»).



    Aquí lo tienes...


¿Preparado o preparada para lo que viene?



    Bueno, si has visto el vídeo al completo, te mereces un monumento y unas gracias infinitas, de verdad.

Además, habrás podido comprobar que el vídeo es mío…



    Recuerda que, como había avanzado, en esta entrada, iba a dar una de cal y otra de arena.

Pues, sí: yo soy la persona que aparece hablando, hablando y hablando más si cabe en el vídeo y de ahí procede toda la inmensa vergüenza que comentaba en un principio que sentía al publicar esta entrada...

No tengo ni idea de qué estarás pensando ahora mismo de mí, pero seguramente algo como lo siguiente: «¿De qué va esta ahora? ¿Acaso se cree una youtuber? Yo es que me río de ella, vaya tela, ¡qué tonta!».



    Por favor, créeme, nada más lejos de la realidad. En ningún momento mi intención es llegar a ser, imitar o imaginarme que soy una booktuber… No, por favor… Creo que, en el propio vídeo, queda todo dicho y explicado.



    Mi único propósito con este vídeo es poder hacer algo especial, diferente para esta entrada. Y es que, con esto de no poder salir de casa y no ver personalmente a los profesores y los compañeros de clase, hace que por momentos mi cabeza piense cosas como que los mismos se van a olvidar de mí y, buf, no quiero.



    Por esa razón, me vine demasiado arriba y me he pasado muchísimos días pensando sobre qué obra hablar en el vídeo, grabándolo y, por supuesto, editándolo.



  Como habrás podido contemplar, he tratado de parecerme lo máximo posible a una booktuber «profesional», pero ha sido verdaderamente imposible.



    La cámara de mi móvil es de todo menos HD; como determiné grabarme sin escribirme en ningún momento lo que iba a decir, cuando me di cuenta, había grabado más de una hora de vídeo que, con mi más que absoluta inexperiencia en este mundo, debía depurar y reducir en menos de quince minutos (de ahí todos los cortes que podrás distinguir a lo largo del vídeo)…



    Madre mía, para que luego digamos que ser youtuber no es un trabajo. Ya te digo yo a ti que sí que es trabajo y muchísimo.



    ¿Cuántas horas habré pasado de cara al ordenador haciendo cortes de las escenas exactas para que se me escuche decir las palabras que yo quiero, uniendo esas mismas escenas, y añadiéndoles canciones de fondo que también he tenido que recortar y ajustar su volumen para que se me pueda oír a mí a la misma vez?



    Para colmo de todos los colmos, el poco texto que he escrito, una vez fui a exportar el vídeo, por arte de magia había desaparecido y me tocó volver a empezar…

Vamos, un auténtico show, puesto que, a pesar de que sí que he grabado y editado con anterioridad otros vídeos (me gusta desde que me enseñó mi tío José David), jamás antes me había enfrentado a editar un vídeo tan extenso y en el que solo apareciera yo hablando todo el tiempo.

Te juro que, a partir de ahora, recomendaría a todo el mundo que intentara grabarse a sí mismo y editar un vídeo como experiencia en la vida para que se diera cuenta de lo verdaderamente complejo que es, pero, bueno...


¿Qué te voy a contar a ti que no sepas ya?



    Es bastante probable que todavía te estés riendo de mí por la locura del vídeo, pero, bueno, si a partir de ahora cada vez que escuches hablar, leas o veas a Carolina Iglesias (¿ha quedado claro que soy FAN de ella? Espero que sí y creo que también lo he dicho todo en el vídeo respecto a lo que me hace sentir su obra y lo feliz que fui dedicándole mi trabajo) o un booktuber, te acuerdas de una servidora, aunque sea para seguir riéndote, yo estaré más que encantada jajajajaja.



    ¿Quién me iba a decir a mí que a estas alturas de mi vida acabaría yo teniendo Twitter e incluso grabándome en un vídeo?

Bendita locura, porque, por favor, lo que no consiga INVTICUA20, no lo consigue nadie…

    MILLONES DE GRACIAS por haberme leído, visto y llegar hasta aquí,
    Nos vemos en una nueva entrada,
    Un saludo,
    Judit Martínez Climent.

Comentarios

  1. ¡La estructura es muy reconocible, la he leído al ritmo, sin duda!
    Semejante trabajazo, señorita Martínez. Me encanta el rol play de "Judit del futuro", si es que siempre has sido así de teatrera, ¿cómo no te va a gustar el género dramático?
    Que tienes entradilla y todoooooo, fan del Rincón de Judit.
    Thumbs up and hit subscribe, don't miss any news!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Madre mía, no sé qué decir, David. Para variar, me has dejado sin palabras una vez más... Estarás contento; muy bonito por tu parte, ¡eh!

      Ay, ¿quién iba a poder ser capaz de aguantar y leer mi entrada al completo? Pues, tú... Agradezco muchííííísiiiiimooooo cada una de las palabras que has escrito en tu comentario. Creo que ya lo sabes, porque te lo he comentado en alguna ocasión, pero eres el mejor. Gracias por estar siempre ahí, aunque un poco más y me haces tener que utilizar el traductor, muchacho. Que aquí no todas somos políglotas como tú jajajajaja.

      Y, por supuesto, no lo dudes: "like y suscríbete" (se me está yendo la cabeza más de lo normal).

      Eliminar
  2. Hola Judit! Madre mía, quiero decirte tantas cosas, que no sé por donde empezar. Pero como no, empezaré por el principio. Tengo que reconocer que he leído el título con el tono, creo que sería imposible no hacerlo. Reitero todas las palabras de David Thöny.
    Para ser tu primer vídeo como booktuber, Enhorabuena! Parece que lleves toda la vida haciéndolo, que naturalidad y que ameno, un trabajo magnífico Judit.
    La única manera de hacer un trabajo genial es amar lo que haces (Steve Jobs). Y tú demuestras en cada una de tus palabras, tanto en lo que escribes como en tu vídeo, que le pones corazón a lo que haces. Te invito a que no dejes de hacerlo, ya que es un verdadero placer poder leerte y escucharte. Un abrazo! 🤗

    ResponderEliminar

Publicar un comentario