Escribió Eduardo Galeano sobre
historias y sobre la Historia, de su continente en especial. “Yo creo que somos hijos de los días, porque
cada día tiene una historia y nosotros somos las historias que vivimos”, dejó
dicho. Y se reafirmó en ello: “Los científicos dicen que estamos hechos de átomos, pero
a mí un pajarito me contó que estamos hechos de historias”.
Son precisamente las historias, el cuidado, el afecto y la reverencia con las que se presentan, se analizan y se elaboran lo que me ha atraído desde el título Historias de ayer para gente de hoy… al REA de Itziar Arciniega Rodríguez. Este está registrado el CEDEC (Centro Nacional de Desarrollo Curricular en Sistemas No Propietarios), un organismo dependiente del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte a través del Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y Formación del Profesorado (INTEF) y de la Consejería de Educación y Cultura del Gobierno de Extremadura, aunque yo llegué al recurso gracias Procomún, Red de Recursos Educativos en Abierto del INTEF, portal que insisto en recomendar porque aglutina REA organizados por áreas y niveles educativos.
Pero, comencemos desde el principio. ¿Qué es un REA? Nada más y nada menos que el acrónimo de un Recurso Educativo Abierto (en inglés, Open Educative Resources). ¿Qué implica? Según se nos indica en esta misma asignatura:
Un recurso educativo es abierto si cualquier
usuario, ya sea docente o estudiante, tiene derecho a:
• Retener-Conservar - el derecho de hacer, poseer
y controlar el propio contenido;
• Reutilizar el contenido en su forma original sin
alterar (por ejemplo, hacer una copia de seguridad del contenido);
• Revisar o adaptar, ajustar, modificar o alterar
el contenido en sí (por ejemplo, traducir el contenido a otro idioma);
• Remezclar o combinar el contenido original con
otro tipo de contenido para crear algo nuevo (por ejemplo, incorporar el
contenido en un mashup);
• Redistribuir o compartir copias del contenido
original, las revisiones o las nuevas mezclas con otros (por ejemplo, dar una
copia del contenido a un amigo). (Texeira et alii, 2017, p. 12-13).
Este es el caso del REA de
Arciniega, que está dirigido para trabajar en el aula de Lengua y Literatura
con el alumnado de 3º de ESO, “aunque puede ser también utilizado en 4º curso
con pequeñas modificaciones”, tal y como indica la autora.
Así, el recurso propone seguir un
proceso de aprendizaje, que se organiza en torno a un proyecto de comunicación
con un eje fundamental: el desarrollo de la educación literaria. A través del
mismo se trabajan especialmente contenidos del bloque 4 (Educación Literaria)
junto con contenidos de los bloques 1 (Comunicación oral: escuchar y hablar) y
2 (Comunicación escrita: Leer y escribir), por medio de la respuesta a retos
que se formulan como preguntas.
Estas cuestiones son del tipo: “¿Qué
ha pasado con las historias a lo largo del tiempo? ¿Han cambiado las formas,
las características de la narrativa literaria? ¿Han cambiado los temas? ¿Tiene
sentido leer a los clásicos hoy en día?” La solución a las mismas se elaborará
en forma de historias digitales animadas, para cuya creación se reformularán
fragmentos de la narrativa clásica en castellano.
El objetivo final de este
proyecto es que estas historias digitales animadas creadas por el alumnado se presenten
en el centro, la autora sugiere en la biblioteca escolar o en la biblioteca
municipal, como uno de los actos de conmemoración del Día del Libro y “como
contribución a la promoción de la lectura de los clásicos”.
Si algo llama la atención es el mimo puesto en cada brazada de esta travesía a nado por completar y cómo el recurso consigue sumergir al alumnado poco a poco en las historias hasta atraparles en la marejada de crear una en grupo y mediante el empleo de las TIC. La primera sección del mismo, titulada Historias de ayer para gente de hoy subraya la importancia atemporal que los cuentos y las historias tienen para las sociedades y da los detalles para comenzar la aventura.
Las preguntas de la preactividad,
englobadas en el segundo apartado ¿De qué va esta
historia?, por simples no
dejan de ser relevantes. Permiten tomarse el tiempo para reflexionar sobre el
impacto que las historias tienen en nuestras vidas y de qué modo nuestra
exposición a ellas es prácticamente constante.
La propuesta de Arciniega es activar
la memoria y refrescar conocimientos. Para ello, de forma individual, cada cual
reflexionará sobre al menos cuatro historias con las que haya tenido contacto
en un día, por ejemplo, ayer, a través de los interrogantes a los que se deberá
dar respuesta en la plantilla de recogida de datos que aparece abajo. Los
resultados se pondrán en común en grupos de cuatro.
La siguiente preactividad consiste en rellenar el crucigrama que aparece abajo. Completarlo correctamente nos granjeará el título de graduada o graduado en “Conocimientos básicos sobre narrativa”, reconocimiento que la autora adjunta.
A continuación se formarán grupos de cuatro personas para elaborar la historia digital animada, según los retos que Arciniega señala. La claridad con la que esta desentraña cada tarea recuerda al contenido de una webquest, de forma que tal vez este REA podría adaptarse a ese formato y utilizarse en contextos de docencia telemática necesaria e inevitable, como el que vivimos hoy en día.
Otro de los aspectos que me ha convencido a la hora de presentaros este REA es que incluye la elaboración tanto de un porfolio como de un diario de aprendizaje. Después de estos meses en los que hemos compartido clases, propuestas didácticas y exposiciones ya debéis saber de sobra que ambas herramientas me parecen utilísimas e interesantísimas si se plantean tan bien como en este caso.
El porfolio podrá ser digital, si el grupo así lo decide, y elaborarse en una carpeta compartida de Google Drive, a la que se subirán los textos, o en formato físico y servirá para revisar el progreso del trabajo, recoger algunos de los materiales elaborados, así como herramienta de autoevaluación para el alumnado y también para que quien ejerza la docencia evalúe el proceso de cada persona de la clase.
El diario de aprendizaje se
completará a través de la plataforma Classroom
de forma virtual e individual. El objetivo del mismo es provocar la reflexión. Por
ello, antes de empezar el recorrido la autora presenta una serie de preguntas
sobre las características del proyecto y la organización de las tareas a las
que responder:
¿Qué ideas creo que serán
las más importantes durante este proyecto?
¿Qué espero aprender con
este proyecto de trabajo?
¿En qué aspectos creo que
puedo tener más dificultades?
¿Qué creo que me puede
resultar más sencillo?
¿En qué creo que
necesitaré ayuda?
¿Pienso que seré capaz de
conseguir los objetivos que se proponen?
¿He entendido bien los
indicadores de las rúbricas que van a evaluar mi trabajo?
¿Espero trabajar a gusto
con mis compañeros y compañeras de grupo?
¿Qué relación puede tener
con mi vida? ¿Para qué me puede servir?
Las secciones Historias,
historias, historias… e Historias a través
de la Historia recogen las actividades propuestas por fases. Estas
van desde escribir y analizar un relato breve, elaborar definiciones propias,
diferenciar los subgéneros narrativos o crear un mapa conceptual, hasta la
lectura de forma individual de fragmentos de texto como El conde Lucanor o El cantar
del Mio Cid para poder participar en una tertulia literaria.
El epígrafe Cambiando la
historia presenta la última actividad, que consiste en crear de
forma grupal la historia digital animada a partir de relatos medievales. Para
ello, Archiniega introduce con dos tareas las características de la narración
escrita y digital (stop motion) y
recomienda realizar este último reto en la sala de informática si el aula no
cuenta con equipos suficientes para que todos los equipos trabajen de forma
fluida. Incide en que es relevante seguir cada paso indicado.
Seguidamente, el alumnado se familiarizará con el guion técnico o story board para planificar su historia animada y procederá a la grabación, revisión de la grabación, publicación y difusión del vídeo con el permiso del profesorado.
De esta forma se completará el
objetivo final y se habrá ido elaborando tanto el portafolio con los “apuntes”
de lo aprendido y el diario de aprendizaje con notas acerca del proceso. Ambas
herramientas servirán como instrumentos de autoevaluación. Si ya es atractiva
la presentación de la secuencia de tareas hasta llegar a la historia digital
animada final propuesta, las indicaciones incluidas en la guía didáctica
aclaran no solo cómo evaluar a lo largo de todo el proceso (gracias a las actividades
que se han de realizar al comienzo para descubrir conocimientos previos, la
lista de control, las plantillas de coevaluación y las rúbricas adjuntas para
evaluar el producto final y la valoración global de los aprendizajes), sino
también cómo adaptar el proyecto a la realidad del cada aula.
Y es que, como señaló el escritor británico Terry Pratchett, “la historia tiene la costumbre de cambiar a las personas que se creen que la están cambiando a ella”. Sin embargo, reescribir la historia y, en este caso, trasladarla a los lenguajes del ahora, como son las narrativas digitales, lleva tiempo. Tal vez ese sea el único punto en contra de este REA, que requiere, según su autora, de hasta 17 sesiones. Por ello, una posible idea sería no realizarlas seguidas y espaciarlas en una o dos por semestre, aunque no se debe olvidar que a través de las historias se pueden trabajar diversos contenidos y que el hecho de poner en contexto, en la historia, estos mismos contenidos ayudará a que el proceso de aprendizaje, al ser situado, resulte más ameno y, al final, seguramente también más eficaz y resistente.
Como única propuesta de actividad que añadir, propondría que el alumnado incluyera en el porfolio una crónica, a modo de reflexión general y cobertura personal de los acontecimientos y sentimientos que considere ha vivido durante el acto del visionado de las historias y a lo largo de las actividades celebradas en el centro con motivo del Día del Libro.
Igual que sucede siempre, entrada tras entrada, se me ha ido de las
manos la extensión. Esto pasa cuando me gusta el tema y me dejan escribir… que lo hago con gusto y sin medida.
Si has llegado hasta aquí -¡GRACIAS!-
escribe “somos historias” en los comentarios.
Florence + The Machine y los
pájaros del patio del al lado han sido la banda sonora de la escritura de esta
entrada. Ahora mismo suena: Delilah
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